sábado, 8 de enero de 2011

Memorias de don Juan Gil Argelés: Exiliados Españoles de la Guerra Civil en Rep. Dominicana (Revisado 09-12-2010)


1.  Ramón Fernández F. 

Joven seminarista que abandonó los hábitos y peleó en el frente de la Guerra Civil, donde en el crudo invierno le afecto la movilidad, al parecer por problemas en la columna vertebral, llegando a Dajabón en camilla y  enyesado desde la cintura hasta el cuello, siendo atendido por otros exiliados y damas voluntarias del pueblo, entre ellas al parecer la llamada Juanita Fortuna, quien se casara posteriormente con Luis Tordesillas también exiliado.

Manos caritativas lo trajeron en esas condiciones a la capital y de ahí a San Pedro de Macorís al Hospital del Dr. Georges, donde mi madre le fue a visitar llevándome a mi que tenia unos 7 años (1940).- El Dr. Georges determinó que el Sr. Fernández  ya no tenia nada y posiblemente nunca lo tuvo ¿seria el intenso frio?, quitándole de inmediato el yeso. A partir de entonces  su única ilusión  era ir a Buenos Aires, Argentina, en donde vivía su hermano de quien hacia tiempo no sabia nada y le tenia muy preocupado.

Fernández vivió un tiempo en mi casa hasta que el JARE (Junta de Auxilio a los Refugiados Españoles) le facilitó o completó el dinero para el viaje (datos al respecto figuran en varias actas de las reuniones del JARE en el Internet).

Al llegar a Buenos Aires hizo contacto con mi tía paterna María de los Ángeles Gil J., también exiliada y llegada a esa ciudad luego de haber vivido algún tiempo en Santiago de Chile. Habiendo iniciado la búsqueda de su hermano, lo encontró con la agradable sorpresa de que era muy rico, sin embargo luego de un tiempo que desconozco, su hermano murió de repente. Posteriormente no hemos sabido de él, al parecer de acuerdo a mi tía, la muerte de su hermano lo afectó enormemente, llegando a la borde de la locura.

2. Luis Tordesillas

Mencionado en el párrafo anterior se casó con una nativa de Dajabón, de raza negra llamada Juanita Fortuna según creo recordar, tuvieron dos hijas y dos hijos (Paulina, Natividad, Luis y Miguelito) los cuales en su  mayoría viven actualmente en Nueva York.

Tordesillas al venir a la capital desde Dajabón fue empleado como encargado del huerto del Hospital o Clínica Internacional, que era una escuela americana de enfermería en la Av. México la cual fue cerrada por sus propietarios cuando Rafael Trujillo puso una escuela similar en la capital dominicana.  Posteriormente en ese edificio ha funcionado el Colegio Evangélico (Av. México, esquina Rosa Duarte).

Juanita tenía una fritura en los años 1949 en la calle María de Toledo Esq. Fco. Henríquez y Carvajal y se proveía de carne que vendía en el poblado de Los Minas, cuyo viaje  diario emprendía muy de madrugada y regresaba avanzada la tarde,  justo a tiempo para la preparación y venta de la noche.

Estoy familiarizado con esa familia pues vivíamos a una cuadra de su casa en la calle Azua (hoy Felipe Vicini Perdomo) Esq. Juan de Morfa, en donde ha estado desde la década del 1930 la Fabrica de Tacos y Productos de Goma de Celso Pérez, en donde mi padre Salvador Gil  trabajaba.


C_Exiliados_ Españoles


La Familia Tordesillas tomó como hija de crianza a la niña Miladys Quinta hija del emigrante español  José Quinta radicado al parecer en la Colonia de Pedro Sánchez ,se casó con una dominicana residente en el Este de la isla llamada Filomena Contreras,  estaba muy enfermo falleciendo en el 1947.

 Posteriormente cuando la situación económica de los Tordesillas empeoró, Miladys pasó al cuidado nuestro hasta que en  abril del 1948 nuestra casa se quemó retornando a casa de sus familiares en Samaná, y ahí es donde residen la mayoría de sus descendientes por vía de 3 hijos y 4 hijas.


3. Serafín Singla

Quien laboró por largos años (hasta 1962 o más) con la empresa textilera “M. González & Cia.,”  a mi entender en el departamento contable,  estaba casado y tenían una hija(Teresa?) que estudió medicina en la Universidad de Santo Domingo y se casara con otro médico, dominicano. Desconozco su paradero final.


4. El Sr. Calvo y su esposa Maruja ( sin hijos)

El laboraba en la Alfarería Dominicana de Vicente Munné y Cia. por largos años, la última vez supe de ellos fue en 1954-1955, y estaba haciendo gestiones para irse del país el haber sido expulsados al igual que todos los exiliados de La Guerra Civil por el Gobierno Dominicano en el año 1954 (expulsión que no tuvo efecto pero que sentó gran inseguridad entre los exiliados y muchos optaron por irse).


5.Eduardo Barba Gose.

Ingeniero  Químico ó Industrial, tuvo un puesto importante durante muchos años en la Secretaría Industria y Comercio de la R. D.,, vivió en el país al menos hasta 1955, la última vez que lo vi, era soltero, y ya maduro se casó con una española llamada  Lolita y tuvieron un hijo; de casados vivieron en La Avenida Bolívar casi Esq. Dr. Delgado (La actual casa del  partido político PRD). Durante su permanencia en el país mantuvo estrecho contacto con todos los exiliados y muchos de los que andaban por otros países de América.

En una ocasión según oí comentar a mis padres tuvo que viajar a USA por asuntos de Salud de sus padres y no teniendo ni queriendo tener pasaporte español, pues no quería uno franquista, recurrió a las Naciones Unidas y le expidieron la documentación necesaria para viajar a USA. Según decían el era un importante miembro del Gobierno Español en el exilio. Era Catalán de origen, hablaba catalán, y por su intermedio se recibían publicaciones que llegaban de México, una de ellas la revista EUZKADI escrita en Lengua Vasca que ninguno en mi casa entendíamos. Se retiró a Barcelona, España donde mi padre en una ocasión lo visitó.


6. Felix Barros,

Gallego, llegó soltero y se casó con una hija de un español, Sra. Teresa Tei (hoy en día  vive), trabajó arduamente formando la empresa Mercantil Antillana C por A, que está situada en la Av. Máximo Gómez frente al cementerio, la cual regenta a raíz de su muerte, su hijo mayor Félix Juan Barros Tei.


Tuvieron otros dos hijos Juan Antonio y Eduardo, que viven en Santo Domingo, y una hija María Teresa, casada con un súbdito inglés y que vive en el exterior. He mantenido una buena amistad con ellos por largos años.


7. Andrés García Lacalle

Excelente piloto de la Aviación Militar Española, héroe de guerra por sus hazañas bélicas en el aire contra los alemanes, llegó al país con su esposa (Paquita) la cual había sido amiga y compañera de trabajo durante la Guerra Civil de mi tía paterna, pues ambas y una tercera eran el trío de secretarias del Estado Mayor de Fuerza Aérea y viajaron por toda España según dicho Estado Mayor se movilizaba durante la guerra.

Uno de sus hijos Andrés, dominicano de nacimiento, es el famoso artista de cine Andrés García, fiel  imagen física y de carácter de su padre, a mi humilde entender.

García Lacalle trabajo a las órdenes de Resumil Aragunde hombre de confianza de Doña María Martínez de Trujillo en su empresa  Caribean Motors Co. que estaba situada en la Calle 30 de Marzo (antes José Dolores Alfonseca), frente a donde nace la Av. Francia.

En 1954 (primera mitad del año) fue deportado a Curazao según oí decir a mis padres durante un proceso en el cual todos los exiliados fuimos llamados a migración (edificio antiguo frente al Palacio Nacional, ya demolido para dar paso a las Oficinas Gubernamentales de la Av. México frente al Palacio Nacional) y uno por uno durante varios días todos fuimos expulsados, salvo mi caso por ser menor de edad, pues no tenia aun 21 años y mi padre, pues el encargado de expulsarnos le preguntó si tenia un hijo llamado Juan Gil estudiante de Ingeniería, y al contestar afirmativamente le dijo “olvídese de lo que le dije, puede usted quedarse pues su hijo tiene muy buenos amigos”. ( los cuales aún hoy después de 54 años no he descubierto, pero  imagino que por haber ganado una beca para estudiar Geofísica en Paris, hice muchas Gestiones con el Vicerrector, el Padre Luis Posadas (Jesuita) y a su través con la Embajada de Francia, esas relaciones pudieron haber sido de ayuda silente.


8. Asunción García L.

Hermana del Sr. Andrés García L, antes mencionado, soltera, se casó con el Sr. Paliza, propietario del Café Paliza quienes tuvieron varios hijos e hijas,  todos profesionales que andan por  el país, uno de ellos José Manuel está casado con la Sra. Elena Viyella de todos conocidos.  Luego de enviudar vivió varios años en la Ave. Sarasota al lado del actual Hotel Delta donde hoy opera  una librería.


9. Vicente Melero

Casado con Doña Lola, y sus 3 hijas vivieron en el país hasta 1971-72, fue gerente por largos años del departamento de maquinaria de la Ferretería Americana, anteriormente había ocupado un cargo similar según creo recordar en la Caribbean Motors Co. Se retiró a la Florida (USA), falleciendo ambos posteriormente en el exterior. Sus hijas viven en el extranjero. Junto con el Sr. Melero recuerdo vinieron dos hermanos mas con sus familias, algunos vivieron en nuestra calle algun tiempo(calle Azua casi esq. Barahona.

10. Pedro Quilez 

Exilado, quien se radicara en la Provincia de Samaná, siendo comprador de copra para una Empresa Jabonera del Este del país. Se casó con una hermosa nativa y estableció estrechos lazos de compadrazgo son propietarios  de cocoteros, situación que le garantizo el abastecimiento de copra a sus patrones. Durante el Gobierno de Juan Bosch (1963) fue Diputado al Congreso Nacional.

Mi padre le conoció durante un recorrido que realizó por la provincia de Samaná en procura de pacas de caucho virgen las cuales flotaban en el mar y provenían de barcos hundidos en la Segunda Guerra Mundial,  llegando a la costa donde los moradores la recogían.

11. Hermanos Escoffet.

Dos hermanos José María y Enrique, ya fallecidos, llegaron acompañados de sus esposas y dos hijas del último María Rosa y Monserrat. La primera casó con un  joven de apellido Marion Landais cuya descendencia debe de vivir en Santo Domingo, ambos esposos también han fallecido, y Monserrat casó con el propietario de INDUCA, Sr Brouwer, inmigrante europeo, posiblemente holandés, que por ser tan buen mozo se le apodó el “Bebé Holandés”, y posteriormente luego de divorciada sin haber tenido hijos, se casó en el extranjero en donde creo vive, no tengo conocimiento haya regresado al país,  pero si de que tuvo descendencia.
Los Escofet abrieron en la Arzobispo Meriño la librería el Instituto Americano del Libro y de la Prensa, que posteriormente se trasladó a la Arzobispo Nouel cerca del Parque Independencia y posteriormente a la prolongación Bolívar en donde al final cerró..

Sin lugar a dudas fue la librería de mayor prestigio, sin desmeritar a la Librería Dominicana de la Iglesia Evangélica de la calle Mercedes del Sr. Julio Póstigo.

En ella se daban cita los exiliados para ponerse al día de los acontecimientos y yo con mi corta edad para leer de gratis los muñequitos “Pif Paf”, la revista “Billiken” y otras  más todos los domingos.

 Cabe mencionar aquí, que en los anexos de la Iglesia Evangélica, los Cuaqueros distribuyeron ropa usada a los exiliados  en varias ocasiones, siendo nosotros favorecidos en más de una ocasión en el 1941. También recuerdo que en el patio trasero de la Iglesia los exiliados celebraron actos culturales, así como también en unos almacenes en el interior  de la manzana “Conde-Duarte-19 de Marzo”, entrando por lo que hoy es la Cafetera, y en el patio al lado del Panteón Nacional de la calle Las Damas o en sus cercanías?.

12. Felipe Guerra Peña.

              Persona a mi entender abogado?, por lo que oí en aquellos tiempos, casado con una amable  persona que trabajaba en el departamento de regalos de la Casa Cerame, hoy  Flomar, matrimonio sin hijos.  El trabajaba en la compañía exploradora de petróleos Seaboard, cuyas oficinas estaban en el edificio Copello de la calle de El Conde. Allá por el 1948 fue expulsado del país, emigrando ella a Venezuela y el a Méjico.(Mis padres le compraron un juego de habitación para mi) .Con el correr del tiempo se reunieron en Méjico donde él se especializó en Geografía y Geología petrolera,  regresando al país en 1950? para representar a Méjico en una Conferencia interamericana de Geología y Geodesia(O algo parecido) celebrada en terrenos de la Universidad de Santo Domingo, siendo posteriormente contratado por Rafael Trujillo para llevar a cabo un programa de exploraciones petroleras.

13. Ramos G.

Mecánico de oficio( posiblemente de aviación) y conocido desde el campo de concentración de mi padre, luego de algún tiempo monta un negocio de importación de herramientas mecánicas llamado  RAMCA , el cual existe aun en la calle 30 de Marzo a esquina 27 de Febrero de esta ciudad. Allá por los años 70 se casó con una emigrante catalana de apellido Puigbó Alegre.

14. Fernando y Manuel Aznar

Tenían un taller de ebanistería, y durante un tiempo trabajaron en uno de los locales en que la  Ferretería o Casa Baquero tenia almacenes en la calle El Conde esquina Espaillat, desconozco su permanencia en el país, el último rastro data del 1944 cuando fabricaron un juego de muebles de sala a mis padres los cuales aún conservo. Actualmente existe un solar techado cercano al cementerio de la Av. Máximo Gómez que lee Taller Ebanistería Aznar, aunque a lo que se dedican los que ahí laboran es a reparar autos.

15. Remigio Puebla.

Exiliado en Francia y vino al país al terminar la II Guerra Mundial, casado con una francesa de la casa en donde lo albergaron durante ese periodo.  Pasó largo tiempo en campos de concentración, hizo amistad con mi padre, pues al parecer habían estado en el mismo campo de concentración, del cual pudo escapar refugiándose en la casa antes mencionada..

Su esposa Gloria era francesa, era excelente modista y se abrió camino con esa actividad montando luego una mercería con su nombre en la calle Padre Billini  esquina Pina, finalmente los perdí de vista allá por el 1960.

16. Amos Sabrás Gurrea


Amós Sabrás Gurrea (1890-1976) fue un Catedrático de Matemáticas español.

Quien fuera Diputado llego al país exiliado, siendo Catedrático de la Universidad de Santo Domingo por largos periodos académicos, considerado uno de los mejores y más capacitados que hayan pasado por la Facultad de Ciencias Exactas de ese recinto académico. Tuve el honor de ser su discípulo en 1954 y 1955.

17. Generoso Aracil Mora

Se reunió con mi familia en Dajabón, amistad que perduró hasta su emigración a Venezuela donde se casó ya mayor y tuvo algunas hijas. Oí decir que era de sangre azul, conde-marqués, realmente vivió siempre con mucha estrechez, tanto aquí como en Venezuela donde le visité en 1967, allá por el 1972 había fallecido.
 En Ciudad Trujillo trabajo en la Ferretería Miguelón de los Hnos. Guerra (Lucas, Miguel y ¿?.,
En Caracas trabajo en una imprenta, según me contó en 1967 cuando le visité.

18. Avelino Calzada.

Compañero de carrera militar de mi padre, tan pronto supo estábamos en Dajabón, nos ofreció su casa, adonde llegó mi padre a fines de marzo 1940 y nosotros alrededor de Mayo 1940, pues recuerdo haber ido al Cine Paramount para mi cumpleaños del 1- junio 1940, el cual estada situado en el Parque San Carlos, y la entrada era de 10 centavos.
 Vivía con su esposa Vera y un hijo recién nacido llamado Cuquito, al  paso del tiempo, meses quizás emigró a Venezuela, y finalmente a Madrid. En un viaje a Venezuela mi padre le visitó allá por el 1949-1950 pero solo lo pudo ver una vez pues le dijo que siendo comunista a mi padre no le convenía lo vieran juntos pues volvía a la R. Dominicana, En Venezuela, específicamente Calzada trabajaba en la recauchadora de gomas Royal.

Avelino además de albergarnos en su casa ayudo a mi padre a buscar trabajo, lo primero fue una chiripa para hacer las instalaciones eléctricas y de agua de la Cafetería Paliza en el Conde
Esq. Palo Hincado. Más adelante le consiguió trabajo en la fábrica de productos de goma de Celso Pérez, en el cual permaneció hasta su salida del país en 1954, motivada  principalmente por el exceso de trabajo con horarios por más de 12 horas diarias, desgaste progresivo de su salud todo empeorado por la situación de inseguridad creada al recibir de las autoridades de migración la orden verbal de expulsión en mayo del 1954, aprovechando una oferta para trabajar en Haití.

19. Familia Sabater-Quintana.

Esta familia compuesta por Don Poncio Sabater Casellas?  Y Doña Amelia Quintana y sus hijos  Mercedes, Amelia y José, tengo entendido fueron de los últimos que llegaron al país.
  Ambos fueron maestros reconocidos del colegio Santa Teresita y otros de Ciudad Trujillo.
 Tuve el honor de tener a Don Poncio de Maestro de Gramática y Correspondencia, y a Dña. Amelia de Matemáticas mientras tomaba un curso de verano de taquígrafo-mecanógrafo en el Instituto Comercial García y García de la calle Arz. Nouel Esq. Sánchez, frente a la iglesia del Carmen.
 Con el hijo José tuvimos una estrecha amistad, primero en el colegio La Salle, luego en la Universidad, hasta que partió hacia Venezuela, en donde terminó la carrera de Ingeniería Civil.
Este matrimonio tuvo un cuarto hijo nacido en el país y llamado Leonardo.

20. Sr Rius

               Persona de la que tengo vagos recuerdos y que tenia alquilado el garaje de la casa en     que   vivíamos en el 1940 en la calle José D. Alfonseca, en el cual tenía instalado un ventorrillo en el cual vendía guineos, aguacates, casabe y otras menudencias, de las cuales también se alimentaba muy pobremente por cierto, pues tuvimos noticias de que había muerto de tuberculosis, realmente siempre lucia muy raquítico y desmejorado.
               Recuerdo que un día cortando una mano de guineos con un afilado cuchillo, se hizo un
               Corte profundo  en su mano izquierda, y como no tenia dinero para ir al médico, ni corto ni perezoso se lavó profusamente la herida con el jugo de un limón agrio, y se la vendo con un trapo limpio que le facilito mi madre. A los pocos días la herida quedó curada. 

21. Sr Flaquer  

Este Sr. Se alojó en 1940 en nuestra casa provisionalmente mientras tuvo un trabajo de sereno en una edificación que se estaba construyendo en nuestra calle, al lado de donde vivía en aquellos tiempos el padre Robles Toledano. Su recuerdo se gravó en mi memoria por el hecho de verlo tomar leche de vaca sin café endulzada con miel de abejas. Comía muy poco, era muy flaco, (seria a causa de poco apetito o de poco dinero).

22. Don Cándido Fernández

               Otra de las figuras que recuerdo compartían nuestra casa-pensión, mayor de edad, posiblemente de más de 60 años, hacía gimnasia todos los días en pijama al levantarse, vendía cosméticos a Domicilio por Gazcue, siempre hablaba de dos hijas que tenía.

23. Sr Eduardo Murga

Curioso personaje, al cual terminamos por llamar Mustafá, no recuerdo porqué, pero podría relacionarlo a una estafa que les hizo a mis padres, cuando se mezclaron en un negocio de fabricar azul para blanquear ropa, azul de bolita,  como se le llama en la Rep. Dominicana. El dió la formula : Azul de Prusia, Bicarbonato y Goma Arábiga, todo mezclado y comprimido en tabletas con un molde preparado por mi padre. Mezclaban los ingredientes mi madre y Ramón Fernández, los prensaba Ramón Fernández y yo con mis deditos envolvía las pastillas, y mi madre hacia los paquetes de una libra. La venta la hacia E. Murga.
 Con el problema de la guerra mundial, escasearon los ingredientes y Murga decidió ir a Santiago a buscarlos desapareciendo con el dinero. A partir de ahí el negocio fue mal y para vender la producción no teníamos vendedor y tuvimos que recurrir al combalache de Azul por Alimentos, a veces de forma forzada.
 A pesar de todo tengo un buen recuerdo de él, pues en la noche de Reyes del 1941, se disfrazó de Rey Mago y me puso mis regalos, viéndolo con los ojos cerrados, realmente me creí era un verdadero rey.
Él como medio de subsistencia fabricaba crema limpiadora de cosméticos a base de vaselina y otros potingues, que envasaba en frascos usados de brillantina Noche Azul y que vendía a domicilio a 5 centavos.
 Pocos días después de la estafa, mi madre se disponía a llevar el almuerzo en un cantinero a mi padre a la fabrica de tacos, cuando en la José D. Alfonseca frente a la calle Luis C. del Castillo, al lado del Cine Ramfis, se topo con el Sr. Murga saliendo de un comedor económico de chinos, y le faltó tiempo para arremeter contra él a cantinerazo limpio, hasta que intervino la policía y fue a dar al cuartel policial de la Braulio Álvarez con Barahona, a cargo en ese entonces de Ludovino Fernández, quien al saber donde trabajaba mi padre llamo al dueño Don Celso y le pidió fuera enseguida y se llevara esa furia de mujer que ya había averiado varios policías que la querían meter presa y no se dejaba.

24. Fernando Blasco

              La familia Blasco constaba de tres personas, padre, madre y una hija de mi edad         aproximadamente, fungía como cónsul de Colombia, y vivían cuando les conocí allá por el       1955 en la calle Presidente Ríos, hoy Leopoldo Navarro cerca de la Av. Bolívar.

               25. Otros nombres de exilados

Otros nombres que me son familiares, pero con quienes no tuvimos mucha relación eran:
Asensi;

Camacho, quien fue ilusionado a México por lo visto en las películas mejicanas y volvió pronto totalmente desilusionado;

Emilio Aparicio con su esposa Antonia Blanco M. y sus dos hijas Ana America y Carmen nacidas aquí, quienes organizaran las presentaciones de radio teatro en el país.

Lorenzo---- ¿? Que vivía en nuestra calle y estaba tuberculoso, atendido bien él y su esposa e hijo por los cuáqueros;

Sánchez Cano de edad madura que se casó con una dominicana;

Carmen Rull;

Masip;

Periañez contable en el ingenio Consuelo, su esposa Marina Ginesta y su hijo; la abuela Ginesta y otro hijo hermano de Marina;

Florenzan reconocido como bibliotecario;

Carrasco ó Carrasquero que era camarero en el Hollywood del Conde Esq. Hostos;

Gonzalez Gil con su esposa y dos hijas;

Luis Alaminos, niño de mi edad que íbamos juntos al colegio de La Salle en 1943-1944. ;

Sr Gastón, técnico de la Marina de Guerra que está enterrado en el cementerio de la Máximo Gómez, cuyo hijo Félix fue amigo mío y trabajo en la zapatería La Favorita de El Conde, habiéndose ido a Maracaibo Venezuela;

Familia Ferrerons con una hija (¿Pilar?)que pasaron unos días en mi casa en su partida a Venezuela en 1944-45?.;

Sánchez que con su padre tenia un colmado y posteriormente un almacén de provisiones en J D Alfonseca Esq. Braulio Álvarez a quien veíamos los domingos en el juego de fútbol en Guibia donde jugaban  el IBERIA de los franquistas y el DEPORTIVO ESPAÑOL de los republicanos y que acababa todos los domingos a golpes y con uno de los republicanos en el hospital Padre Billini.

 Los hermanos Aznar que eran ebanistas o al menos hacían muebles, e hicieron el juego de sala de mi casa en 1944 que aún conservo, y que hicieron los primeros muebles de madera contrachapada (plywood) a base de  curvarla poniéndola y manteniéndola por días en agua bien caliente, su taller estaba en el Conde Esq. Espaillat en los almacenes de materiales de construcción de la Ferretería Baquero.;

Familia Meléndez que vendía sacos de MACARIO, que eran usados en la importacion de harina de trigo y los pobres hacían su ropa con ellos luego de hervirlos y sacarles los letreros impresos, más adelante esos sacos eran buscados por los HIPPIES para usarlos sin sacarles esas marcas;

Bellosta estudiante de ingeniería que el día de terminar la carrera en 1953 al llegar a su pensión de la Padre Billini se cayó muerto, sus padres creo vivían en San Pedro de Macorís.;

Luis Arambilet L. que cursó los cinco años de ingeniería civil conmigo.;

Romojarro contable de la Dulcera de los Bolonoto que vivía en mi calle, y que posteriormente trajo de España a su esposa, dos hijas y un hijo que incursionó en el negocio de tiendas de calzado instalando una a medias con otro socio en el Conde llamada Calzados ROTEN;

 Ferrer quien siendo contable trabajo primero en la Odix (importadora de herramientas del Sr. Custals Teixidor) y luego en Ramca( también importadora de herramientas), no tuvo hijos pero adoptó una niña, vivió últimamente en al calle L. C. del Castillo

 Dr. Martínez Ubago, especialista en enfermedades tropicales que al parecer no revalido su titulo y le conocí como especialista en masajes terapéuticos cuando trato en 1946-7 a mi padre que había sufrido un serio accidente de trabajo que casi pierde el brazo derecho, y ya recuperado físicamente no tenia movilidad y el con fuertes masajes durante una semana se lo puso a funcionar casi bien, el resto de movilidad no era posible dado a la deformación que sufrió el brazo resultante del accidente, vivía en la Braulio Álvarez casi esquina Barahona en una casa tipo chalet suizo con su esposa y un hijo que anda aún por ahí y se dedicó a la pintura artística.

Dr Agustín Cortés, médico a cargo del consultorio de JARE, quien me atendió cuando descubrí que no veía casi del ojo derecho, consultando también con él en el  Hospital Marión, finalmente  me pusieron lentes que también fueron facilitados por el JARE, así como algunos medicamentos que nos sirvieron en la Farmacia Esmeralda de la calle Mercedes Esq. Palo Hincado, Recuerdo que en algunas ocasiones nos sirvieron medicinas en la Farmacia Raldiris de la calle El Conde, frente al consultorio del Dr. Cortés.

Hnos. Dorca C., dos hembras y un varón con su madre viuda, vivieron al parecer desde un principio en Cotuí, una de la hnas. se casó con un muchacho profesional de ese pueblo, la otra se casó con un hijo del pintor Gausachs, y el varón trabajó todo el tiempo con la empresa Munné en la cual acabó siendo uno de sus  directivos a mi entender, casándose en Sto. Domingo, donde terminó viviendo. 

Otras reuniones que recuerdo 


Primero existía un “centro de reuniones” de los exilados en la Isabel la Católica frente a la calle Luperón o Salome Ureña, en un segundo piso (donde en un tiempo posterior estuvo el partido Alianza Social Demócrata del Juan Isidro Jiménez G.) al cual fui en varias ocasiones con mis padres. Posteriormente se tenían las reuniones en el edificio  de una planta de la calle El Conde Esq. Arzobispo Meriño donde había un restaurante de chinos y en que más tarde se instaló la Papelería de Pol Hnos.

Los catalanes se reunieron varias veces en el restaurante del hotel Checoslovaquia de la calle Julio Verne casi Esq. Prolongación del callejón Imbert, pero finalmente desistieron ante las quejas de los policías secretos o chivatos de que no entendían lo que hablaban.

Expulsión exilados en Mayo 1954

Recuerdo que en ese mes fui citado a la Dirección de Migración y me atendió un tal Sr, Díaz, que me informó que el gobierno me consideraba una persona no grata y debía abandonar el país, a lo que yo le contesté que no había cumplido los 21 años para ser mayor de edad, y que por lo tanto me debía a la voluntad de mis padres, a lo que me contesto que me olvidara de ello. Ese mismo día me encontré que entre los que estaban esperando ser recibidos estaba el Sr José María Escoffet, que tenia una cara de tristes circunstancias que no he olvidado. Al día siguiente le tocó el turno a mi padre, asunto que he detallado en otra parte de mis memorias de exilado.

Muerte de Trujillo 1961

 El 31 de Mayo 1961 juntos con varios ing.  nacionales y extranjeros  visitamos el proyecto de presa de Jiguey que estábamos estudiando por orden del gobierno, y allá en el sitio de la proyectada presa denominado Palo de Caja, llegó nuestro pagador N. Andujar y con sumo misterio me dijo al oído “ Han Matado al Jefe”, a lo que le contesté, “ Tu siempre con tus vainas”, y no le hice mucho caso, más tarde al llegar a San José de Ocoa en el hotel restaurante que siempre tomábamos refrigerios nos confirmaron la noticia a lo que le dijimos al encargado  “ Sírvenos unas cervezas bien frías: ripostándonos que no era posible por lo peligroso de estar celebrando esa noticia, por lo que nos recluimos en mi habitación del hotel a tomarnos unas cervezas, hasta que llegó una persona a hablar con mi patrón, recomendándole se fueran para la capital antes de anochecer, proveyéndole al grupo una escolta militar especial, yo quedé en el hotel de Ocoa esa noche, que resultó ser terrible por las correrías de carros, toques de puertas violentos y gritos o quejidos que se escucharon. A mí nadie me molestó, pero avanzada la noche mi patrón me llamó para decirme que desistiera de mi viaje de trabajo ya programado a Valle Nuevo y Constanza y regresara a primera hora a la capital.
 Temprano arranqué para la capital y al llegar a mi casa en la calle Hnos. Deligne, me encontré a mi esposa e hijo en la calle pues se le cerró la puesta y no tenían llave, pues todos estaban ahí tratando de calmar a nuestra vecina Yolanda Garrido recién viuda de Juan de Dios Ventura Simó, que no hacía más que gritar “ Que bueno que mataron a ese asesino”. Por suerte no hubo consecuencias …..pues un vecino mejicano seudo torero se decía que era un calié.

Vivencias en San Cristóbal Junio 1959 (Invasión de Constanza)

  Al casarme a finales del 1958, y estar encargado de un Estudio de Defensa de márgenes del Río Nigua en San Cristóbal  me fui a vivir a esa población al regresar de nuestra Luna de Miel en enero del 1959, claro que no se me permitió fijar residencia en ella pues en época de Trujillo cambiar de residencia de una población a otra era prácticamente imposible.( Igual me pasó cuando quise fijar residencia en La Vega en 1958 al estar trabajando en Obras Públicas).
 Al llegar el mes de Junio y con el los acontecimientos de la invasión de Constanza, el movimiento de tropas militares en ese pueblo era impresionante, y desde la madrugada en la esquina del Hotel San Cristóbal se agolpaban las tropas y los camiones Catarey que las llevarían a perseguir a los invasores en las montañas de Constanza, recuerdo oír las groseras voces de mando y los gritos de los guardias que no querían ir a esas misiones por la fama que se había corrido de que los que iban no volvían.
 A los pocos días fui llamado por el administrador de la  Hacienda Fundación del Jefe para pedirme asesoría en la elección de un experto topógrafo que el Jefe necesitaba y que estaba trabajando con nosotros, le informe de los que trabajaban con nosotros en orden de experiencia y antigüedad en la empresa, pero no era ninguno de esos, resultando estar interesados en uno que utilizábamos eventualmente, requiriéndome su dirección, y al decirle que la desconocía me impetó agriamente que como era su patrón tenia la obligación por ley de conocerla, a lo que le respondí que yo era un empleado también y no patrón, y que de seguro en la capital tendrían esa dirección, respondiéndome que como el sabia que yo tenia llave de la oficina de la capital me enviaría con dos de sus personas de confianza a buscarla y así fue. Al partir logre que me permitieran ir en mi auto con mi esposa que estaba desesperada, y nos fuimos seguidos por ellos, en la capital se buscó el listado de direcciones  hasta que lo encontraron pues en todo momento indique que realmente yo no sabia donde estaba, claro que sólo trataba de ganar tiempo.  Resultado esa persona desapareció esa noche.
Y cuando un subalterno mío, conocido de dicho administrador trató de investigar, le contestó agriamente “No te metas en eso”.

Vivencias de la Revolución de Abril 1965

Al comenzar la Revolución de Abril, viviendo en la esquina Bolívar-Julio Verne, y con dos niños de uno y seis años, que se asomaban al balcón viendo los camiones que se reunían en esa esquina para llevarlos al campamento del KM 28 de la Duarte donde los abastecían de armamento, y ver parar los aviones por encima de mi casa bombardeando el palacio nacional, decidí a media mañana del día 25 de abril recogerme con mi familia en el poblado de Baitoa (Santiago) en casa de mis suegros.

Los días pasaban tranquilos, pero de repente un sábado, el primero del mes de Junio, mientras dormía la siesta en la casa de mis suegros que en esos días no usaban por estar atendiendo un negocio de un hermano en otro lugar del pueblo, vino un familiar a avisarme que había llegado al pueblo un camión lleno de guardias a buscarme, llevándome  de inmediato sin yo quererlo a un escondite. (Parece que  el ser rojo de la guerra civil española aún me perseguía), esa tarde me cambiaron a diferentes escondites terminando escondido dentro de una paca de tabaco en uno de los secaderos que abundaban en esa zona tabacalera, bien entrada la noche, salí a pie algunos kilómetros hasta donde un jeep de una persona amiga me llevó con un primo de mi esposa hasta Río Verde (La Vega), al amanecer con otro primo me dirigí a la Capital. Al segundo día apareció en mi casa de la capital mi esposa que había pasado las de Caín, pues al no encontrarme, fueron a por ella, teniendo que caminar varios kilómetros hasta la carretera de Santiago-La Vega por Puñal, y de ahí acompañada por una familiar hasta la capital. En el ínterin al no encontrar tampoco a mi esposa querían llevarse de rehén uno de mis hijos de 6 años, oponiéndose pistola en mano mi suegro que creo era alcalde pedáneo’
   Afortunadamente todo terminó bien,



Otras experiencias

 Al termino del sexto curso de primaria, me quedaron materias pendientes a examinar en septiembre, mi madre se las estudió y me las preparó al mismo tiempo que en las tardes de 3 a 4 iba al colegio de monjas a repasar las materias también. Pero viviendo solo y sin amigos aproveché para decirles a mis padres que el repaso era de 2 a 4, teniendo una hora para jugar, todo fue bien hasta que comencé  a quedarme después de las 4 en los Salesianos a jugar y llegar más tarde a mi casa. Pero a mi madre le disgustaba eso y amenazó con botarme de la casa, haciéndolo finalmente un día en que me entretuve con los hermanos Caamaño, no fui a la clase de repaso para colmo.
 Al botarme de la casa simbólicamente me dio media telera (barra de pan) de 5 cheles para la cena, me la metí al bolsillo y me fui al Club Antillas frente a la casa de vapor en la Dr. Delgado, pues había oído decir que los jugadores de tennis daban propinas a los recogedores de pelotas, estuve hasta pasadas las diez de la noche cuando comencé a sentir soledad y me acerqué a mi casa  comprando un pedazo de queso blanco y una Pepsicola en el colmado de los Cuñaos de la calle Barahona con Azua, que me puse a comer en un solar vacío de esa misma esquina.
Al rato oí a mi madre llamándome y a ella acudí enseguida que me acogió amorosa y nos fuimos a casa, pero en el camino nos encontramos con mi padre que también me estaba buscando desesperado, y habiéndose encontrado con mis compañeras de colegio las hermanas Aranda y preguntarles por mi, ellas inquirieron que qué me había pasado que no había ido esa tarde al colegio. Resultado TREMENDA PALIZA, y se me quitaron las ganas de brillar (faltar a la escuela)…

A principios del 1945 mis padre fueron de vacaciones a Jarabacoa y me llevaron, creo fue en febrero, allá estábamos en la casa del dueño de la fábrica en que trabajaba mi padre y en las tardes bajábamos al pueblo a comprar algo y el periódico La Nación, cuando una tarde noté un secreteo y misterio en todo el pueblo sobre unos pasquines, que yo con mis once años interpreté como paquitos, o sea libros de historietas de niños, y le dije papá consígueme unos cuantos para leerlos,  pasaron los años y ya terminada la Era de Trujillo mi padre me aclaró que los pasquines esos eran unos letreros pegados en las paredes del pueblo hablando mal de Trujillo, puestos ahí para culpar de ellos a un Sr Mirabal dueño de la principal farmacia del pueblo.

Entre los niños de mi barrio había uno algo mayor que yo que  cuando yo tenia unos12-13 años el otro había ya  cumplido los 16, y siendo hijo de la calle de Ludovino Fernández, le dieron placa de policía y revólver, por lo que los compañeros de juego del barrio comenzamos a llamarle POLICIA PATA PODRIA RECOGE LOS HUESOS DE LA COMÍA.  El muchacho fue a dar la queja a mi padre de un modo insultante y mi padre desconociendo los antecedentes le creyó y me dio tremenda paliza, luego escuchó mis explicaciones y más indignado aún fue donde él a exigirle que no se metiera conmigo, pues a la próxima como ya era un hombre se las entendería con él como hombre, a lo que le dijo “refugiado de M… váyase al carajo”, soy hijo de Ludovino y lo mando a expulsar…. Mi padre fue entonces  adonde Ludovino que era jefe del cuartel policial de la calle Braulio Álvarez Esq. Barahona y le contó lo ocurrido; al muchacho lo mandaron a trancar (preso) por varios días y nunca más me molesto en los próximos nueve años que vivimos en el mismo barrio.

A mediados del 1947? Llegó al país en su primera visita el buque escuela de la armada española Sebastian de Elcano, del cual unos 23 guardiamarinas o cadetes desertaron asilándose en diversas casas de exilados españoles, en la mía acogimos a José Regla Casals, quien luego de regularizar sus papeles trato de abrirse camino primero montando un taller de mecánica en la calle Cachimán, cerca de las iglesia Don Bosco.
 Mas adelante se fue a Venezuela, dejando una novia de la que solo sabia era sobrina del general Fiallo y vivía cerca de la Puerta de la Misericordia. Como no había buenas relaciones diplomáticas entre Venezuela y la RD, ellos se comunicaban indirectamente por telegramas siendo la destinataria mi madre, por lo que esa joven venía a menudo a mi casa.  Ese  amigo  luego en varias ocasiones me mando a decir con Picho Fiallo antiguo condiscípulo mío del colegio De la Salle,  que me fuera a Venezuela que en su casa no me faltaría de nada, pero siempre preferí quedarme aquí. Luego en 1967 fui a Caracas y lo visite en su casa, y su esposa muy atenta nos atendió hasta un momento en que me pregunto si había oído hablar de ese famoso modisto dominicano Oscar de la Renta, a lo que le dije ah si el MAR….ese, y me contestó es mi hermano?????? El marido, mi amigo me dijo, no te preocupes que ella sabe que lo es, pero vámonos al Casal Catalá a comer una MUNGUETAS CON BUTIFARRA, salvando la situación.  que chasco por imprudente!!!….

Allá por el 1946 durante el fervor de la falsa apertura democrática, un seudo sindicalista al que llamaban Bollo me encontró en la calle Bartolomé Colón una tarde cuando mi madre me había enviado a comprar algo para la cena, y agarrándome por el cuello y con un cuchillo en la mano me amenazó diciendo , CON ESTE CUCHILLO VOY A MATAR AL DESGRACIADO DE TU PADRE... pues soy policía secreto, imagínense el susto a un niño  de 13 años, corrí desesperado a mi casa a decírselo a mi padre, quien se dirigió a una  casa de nuestra calle donde vivía  un discreto señor que se decía era del servicio secreto, y cuando mi padre quiso identificarse, le dijo yo sé muy bien que clase de persona es Ud., cuando mi padre le contó lo sucedido, dijo ajá  con que es de la secreta, que gran secreto…. Ese señor Bollo no volvió nunca más a su trabajo y no supimos que pasó de ahí en adelante.

Cuando estudiaba mecanografía en la academia García y García, se comentaba lo de la invasión de Cayo Confites, y un día comenté que había oído algo de un barco que venia con gente, y en ese instituto el novio de la hija de la dueña se decía  que era policía secreta, y en seguida se interesó por saber quien me lo había dicho, la suerte fue que recordé en ese momento que mi padre me había dicho de no comentarlo con nadie, y respondí al seudo policía que en la calle mientras venia a la academia. Tremendo susto pase…

No se me olvidará nunca  un día del 1945 a mediados de año, creo ya de vacaciones iba por la calle a hacer un mandado cuando comenzaron a sonar sin descanso las sirenas del periódico La Nación, y creo que era la de los bomberos, la gente estaba tirada a la calle llena de alegría, yo con 12 años no comenzaba a entender pero LA II GUERRA MUNDIAL HABIA TERMINADO, aun hoy al escribir estas líneas se me aguan los ojos, seré sentimental, o es que aun me hago eco de la alegría mundial de ese momento…?

Algunos exiliados o descendientes que viven el el país. (contemporáneos míos)

Juan Dorca Codinach., con esposa, hijas y nietos.

Hermanos Gaussachs (2), uno casado con una hermana de Juan Dorca

Hijos del Dr Rodríguez López de Haro, los Srs Antonio y José Luis Rodríguez Villacañas.

Ing. Luis Arambilet Larrazabal

Hijo del Dr. Martínez Ubagoaro, los SrsHaroHHH


Ricardo Domingo Buchaca, de la Aviación Militar Republicana.

C_Exiliados_ Españoles

3 comentarios:

  1. Estimado Sr. Gil Ángeles: Acabo de leer sus memorias y me ha producido un sentimiento grato el hecho de encontrar mención de mis abuelos, los Escofet que tenían una librería el Instituto del Libro. Yo soy Montserrat Miniño Escofet, hija de María Rosa (a su vez hija de Enrique Escofet y María Luisa) y de Conrado Miniño Marion Landais. ¿Tiene usted este artículo publicado en un libro o en otra web de manera? Me gustaría compartirlo con mi hermano. Muchísimas gracias por adelantado por su atención y el interés por nuestra familia y otras familias en semejantes condiciones de exilio. Su aporte es muy valioso para todos. Le saluda, Montserrat

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    1. Hola,
      Hace unos años Placido Piña, escribió en su blog "arquitectura en bici", esta reseña sobre el Instituto Del Libro y su propietarios,
      Les copio el link y la reseña,
      Saludos,
      Lowell Whipple Girbes
      lowellwhipple@mac.com
      http://arquitecturaenbici.blogspot.com/2008_12_01_archive.html

      LUNES, 8 DE DICIEMBRE DE 2008

      El Instituto del Libro

      En 1956, a los once años, mi familia me envió de La Vega a Santo Domingo a estudiar el bachillerato en el Colegio De La Salle buscando una mejor educación, pero en realidad quedaba claro y establecido que Arturo, mi padre, quería evitar a toda costa que fuera adoctrinado por la dictadura. Lo logró sin mucho esfuerzo. Así fue como llegué a la capital. El antecedente viene al caso porque en los últimos años que hice en el Colegio La Milagrosa, en la Ciudad Colonial, entré en contacto con un lugar que me pareció el mundo más fascinante y democrático que podía suponer: el Instituto del Libro.

      Me doy cuenta que era demasiado para un chico que venía de provincia. Los hermanos Escofet (José y Manuel) habían creado un espacio lleno de magia. Eran unos catalanes republicanos amables y paternales que acostumbraban a orientar a uno sobre las mejores o más convenientes lecturas. Animado por mi profesor de literatura, Rafael Lara Cintrón, y por la cercanía, pasaba horas deleitado con unos libros que se podían examinar sin restricción e incluso leerlos allí mismo.

      La librería tenía un salón amplio con mesas que mostraban las novedades y paredes enormes forradas de libros hasta el tope. Al fondo, un salón abierto servía de sala de lectura donde podía uno pasar el rato leyendo sin obligación de comprar. Cincuenta años después las librerías modernas funcionan de esta manera. Luego, ya en la democracia y con la pasión por la arquitectura a cuestas, frecuentaba ese rincón de mis asombros en busca de los últimos títulos de arte y arquitectura. Era mi contacto con el mundo.

      El Instituto del Libro lo hizo José A. Caro Álvarez (1910-1978) a inicios de los años 50. Es un edificio medianero de uso mixto, con comercio abajo y dos pisos de apartamentos arriba. Pero lo más notable es su conducta y escala pública, su relación con la ciudad, ese vacío que crea junto a la acera y la gran altura al frente con la entrada retirada a modo de zaguán abierto y una vitrina que parece flotar. De antología.

      El edificio se afilia al período plano del racionalismo arquitectónico de la primera modernidad; muy correcto, de detalles sutiles, resuelto con sencillez, pero con ingenio y fuerza. Un día, hacia el final de mis estudios universitarios, descubrí algo en su fachada que me dejó atónito. Sus balcones tienen una especie de cortinas en bloques de vidrio curvos que parecen estar a medio abrir o a medio cerrar. Una ocurrencia tan particular y atrevida que siempre me saca mi mejor sonrisa. Hasta ese momento nunca había visto bloques de vidrio curvos y menos usados de esa manera, como si fuera una cortina de cabaret. ¡Alucinante!

      En el Instituto del Libro vi a don José Antonio por última vez. Era una tarde de otoño del 1977, cuando lo encontré en medio de una animada conversación con los Escofet y al verme interrumpió un minuto para contarme lo mucho que le había gustado la propuesta del BHD. Eso lo tengo fresco en mi memoria.

      Cada vez que hago un recorrido en bici por el centro histórico paso un rato contemplando el Instituto del Libro y tengo la impresión de que cuando Felipe (Branagan) me nota tan embobado piensa que estoy "explotado" y falto de potasio.

      A veces me imagino allí como el chico que enviaron a estudiar a la capital y quedó perplejo cuando vio el mar, pero también me veo descubriendo la pasión por la lectura en aquel lugar de ensueño y lleno de magia creado por los hermanos Escofet.





      Instituto del Libro. Arzobispo Nouel No. 258, Santo Domingo.

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  2. Señora Montserrat: El Ing. Juan Gil me autoriza darle su e-mail para comunicarse directamente. Es el siguiente:

    jgil@geocivil.net

    Un saludo y es un orgullo hablar con usted.

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